miércoles, 25 de marzo de 2009

La filosofía del Señor de las Bestias

"Ver venir". Esta es la frase que más me ha llamado la atención de un personaje al que he llamado, cariñosamente, El Señor de las Bestias.

Os hablo de mi cuñado. Os hablo de un hombre con las ideas claras, sin miedo al reto y al que le encantan los animales. Se llama Miguel, o Mitxel para quien lo prefiera. A mi me permite, por lo menos hoy y aquí, llamarle El Señor de las Bestias.
Miguel, junto con Asun su esposa y su cuñada Mertxe han tenido el tesón y el coraje de reconstruir un bello pero antiguo caserío en el Valle del Duranguesado. Más de ocho años de duro trabajo, de dedicar cada uno de los fines de semana, festivos y vacaciones en esa reconstrucción.
Cuando se le preguntaba a Miguel si no se cansaría de tan larga y dura taera, Miguel respondía "ver venir". Cuando alguien le comentaba a Mitxel que no podría con un trabajo tan duro, respondía "ver venir". Cuando su esposa Asun, con más prudencia, le señalaba que el trabajo sería ingrato, "ver venir" era la respuesta de Miguel.
Y es que esa filosofía y esa serenidad, esa confianza en el futuro la tiene un hombre bueno, al que le encantan los animales y hoy, hombres con esa confianza en ellos mismos, con ánimo de embarcarse en una tarea dura es lo que se necesita. Y con ese tesón, "ver venir".

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