CANARIAS / TRIBUNA ABIERTA
Fitur 2012, la feria del desconcierto
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La industria turística española vive entre la sorpresa (chulesca) de los buenos resultados de la temporada 2011 y el desconcierto (oculto) de ignorar cómo van a ser los resultados de 2012
Día 27/01/2012 - 12.05h
Un año más, me acerco a Fitur, sin entusiasmo, convencido que nada ha cambiado en las últimas cuatro ediciones. Esperaba que la austeridad y la crisis económica agudizaran el ingenio y sacaran de la escasez nuevas ideas. Pero nada de eso ocurrió, Fitur 2012 resultó ser la misma feria pensada para vender lo que no se vende, pero este año con menos recursos, por tanto dejando a relucir las miserias.
La industria turística española vive entre la sorpresa (chulesca) de los buenos resultados de la temporada 2011 y el desconcierto (oculto) de ignorar cómo van a ser los resultados de 2012. Carece de control sobre la principal fuente de riqueza y trata de que creamos que la condición de segunda potencia en la recepción de «ganado turístico» es fruto de una estrategia científicamente diseñada.
La visita a los stands de las tres principales comunidades autónomas turísticas del Estado: Catalunya, Illes Balears y Canarias refleja la decadencia y la falta de ideas. No ya la reutilización de espacios de ediciones anteriores, siempre justificado por la escasez de medios, sino la réplica del mensaje: promoción y venta fuera del contexto actual.
Todo Fitur es una tenaz y constante lucha por no aceptar la llegada de la tecnología de la comunicación y la «social media». Constantemente te asedian con folletos de papel, con cupones para rellenar manualmente y participar en sorteos analógicos, puro años 80, de suvenirs analógicos rancios que terminan en monstruosas y antiecológicas papeleras. Feria ideal para visitantes compulsivos y coleccionistas de folletos de papel y toda baratija que las delegaciones siguen haciendo a costa del dinero público.
En definitiva, me reafirmo en declarar que Fitur se desvanece, que no acepta el encontrar espacio en el presente y que además que no hace mucho por solucionarlo. Y solo espero que el Turismo, cadena principal del desarrollo económico de España, salga del letargo y de la autocomplacencia y se redefina en respuesta a un mercado que ya no espera a su lento caminar.
En el mundo digital, en la relaciones vivas, activas y vitales de la red, en la realidad «on line» se está desarrollando un turismo dinámico y creativo que tiene que parar, desnudarse de agilidad y trasvertirse de hipocresía para asistir un año más a Fitur, que bien podría significar: Fuimos Importante para el Turismo y hoy hUimos de la Realidad.
Al menos así es como yo lo vi.
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