¿Euroescéptico? No lo puedo ser. Es más, no sé donde acabará esto, pero antes de que concluya para bien o para mal, quiero dar las gracias Europa.
¿De verdad ustedes creen que si Europa no hubiese intervenido la política económica de España - tendría que decir la falta de política económica - tendríamos alguna posibilidad?
Lamentablemente ha sido necesario tener a un gabinete vigilado por Europa para que se haga algo. Lo malo es que se hace sin convicción, sólo para superar el examen del auditor europeo, también para superar al auditor americano, pero sin el más absoluto liderazgo.
El no-líder está asustado. Se le cae el castillo de naipes, los sueños de alianzas de civilizaciones, su falsa pose pro-proletaria, su dar la espalda a algunos países. Somos testigos sufridos de cómo un soñador paga su ineficacia. Lo malo es que su sueño se torna en una larga pesadilla para familias, autónomos y empresas. Los valientes son los que pagan una falta total de visión. Es la factura que pagamos por quien no escucha ni escuchó la crisis.
Mañana hay que superar el examen de Europa y lo que llevamos es a una ministra con carpetas llenas de decisiones nimias, que recaen en los más sufridos y que se expondrán sin fuerza, porque por el rabillo del ojo mirará con miedo la primera huelga contra su política: la de los funcionarios.
Hemos llegado a las huelgas, que es lo que menos nos interesa, que es otro coste más que no nos podemos permitir. Llegaremos a más huelgas, incluso una huelga general, con una factura más alta y que por supuesto no podemos pagar. Y, como la realidad es tozuda, las medidas de austeridad se ampliarán, pero...¿quien las pagará?
Por favor Europa, sigue ayudando a España. El barco no tiene capitán y la tormenta no cesa en la bolsa, en el paro, en el consumo ni en el ánimo.
Gracias Europa.
